El estado persistente de inflamación prostática desempeña un papel central tanto en el desarrollo como en la progresión de los síntomas del tracto urinario inferior (STUI) y de la Hiperplasia benigna de próstata (HBP).1
Inflamación prostática y desarrollo de la HPB1
La inflamación crónica de la próstata (ICP) se identifica como un factor clave en el desarrollo de la HBP. La inflamación crónica de la próstata se caracteriza por la infiltración de células inflamatorias dentro del tejido prostático, compuestas predominantemente por linfocitos T, así como linfocitos B y macrófagos. Estas células inmunitarias activadas liberan citocinas proinflamatorias, induciendo la expresión de diversos factores de crecimiento, lo que resulta en una proliferación anormal de células epiteliales y estromales de la próstata. La mayor demanda de oxígeno de estas células conduce a una hipoxia local, generando bajos niveles de especies reactivas de oxígeno (ROS), lo que promueve la angiogénesis y la producción adicional de factores de crecimiento.

En conclusión, la inflamación prostática juega un papel central en el desarrollo y la progresión de la HBP1.